En 2010, en la conferencia de la ONU sobre cambio climático en Cancún, (México) se acordó que los países desarrollados ayudarían a financiar la acción climática en los países en desarrollo hasta alcanzar la cifra de 100.000 millones de dólares anuales en 2020; y en 2015, en la conferencia de París, se urgió a los países desarrollados a proporcionar una hoja de ruta concreta sobre cómo van alcanzar ese objetivo.
En ese marco, actualmente países de Asia, África, América Latina y el Caribe reciben apoyo financiero para hacer más sostenibles sus sectores productivos.
En este diagrama se puede identificar la arquitectura internacional de los fondos climáticos a nivel internacional.